En la mitología griega, Hefesto (en griego Ἥφαιστος Hêphaistos, quizá de φαίνω
phainô, ‘brillar’) es el dios del fuego
y la forja, así como de los herreros, los artesanos,
los escultores, los metales y la metalurgia.
Era adorado en todos los centros industriales y manufactureros de Grecia, especialmente en Atenas. Su equivalente aproximado en la mitología romana era Vulcano,
en la japonesa Kagutsuchi y en la hindú Agni.
Hefesto
era bastante feo, y estaba lisiado y
cojo. Incluso el mito dice que, al nacer, Hera
lo vio tan feo que lo tiró del Olimpo y
le provocó una cojera. Tanto es así, que caminaba con la ayuda de un palo y, en
algunas vasijas pintadas, sus pies aparecen a veces del revés. En el arte, se
le representa cojo, sudoroso, con la barba desaliñada y el pecho descubierto,
inclinado sobre su yunque, a menudo
trabajando en su fragua. La apariencia
física de Hefesto indica arsenicosis, es
decir, envenenamiento crónico por arsénico
que provoca cojera y cáncer de piel. El
arsénico se añadía al bronce para
endurecerlo y la mayoría de los herreros de la Edad
de Bronce habrían padecido esta enfermedad.
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