sábado, 4 de octubre de 2014

Rey Midas



Un buen día, sileno un seguidor de Dioniso, el dios griego de las fiestas y del vino, llego al palacio del rey midas. Este era muy ambicioso y amaba las riquezas, pensó que si trataba bien a sileno, el dios Dioniso se lo agradecería.
Midas ofreció a sileno las mejores habitaciones, le regaló sus vestidos más bonitos y organizó grandes banquetes para él. y Dionisio quiso premiar a midas por el trato que había dado a sileno.
-cualquier deseo que pidas te será concedido - ledijo.
-quiero que todo lo que toque se convierta en oro, -contesto midas sin dudas. 
Cuando Dionisio desapareció,  el rey midas quiso probar la eficacia de su don. Agarro una piedra y esta se volvió de oro. Toco una mosca con un dedo y también se hizo de oro.se lavo la cara en la fuente y el agua también quedó convertida el oro.

El rey midas se sentía feliz y pidió que le trajeran toda clase de objetos para convertirlos en oro. Le llevaron flores, hojas, leña, jarrones, sillas, mesas y muchas otras cosas más. Todo de convertía en oro cuando el rey lo tocaba. Pero cuando midas quiso comer, no pudo. Los alimentos también se convertían en oro. Hambriento y desesperado, empezó a dar manotazos a todos los muebles y personas que encontraba a su paso, y muy pronto, todo lo que había en el palacio se había convertido en oro. Y Midas, se vio rodeado de oro, pero se encontró más solo y más pobre que nunca.

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